Sin lugar a duda, LinkedIn es y seguirá siendo en los próximos años la plataforma de social media profesional de referencia. Con más de 575 millones de miembros registrados, es la red profesional que genera más interacciones entre expertos en determinados sectores de actividad.
De acuerdo con el estudio de uso de redes sociales 2018 del Pew Research Center, 40% de los usuarios acceden a la plataforma a diario. Un dato claramente significativo de que LinkedIn es una herramienta muy atractiva a la hora de buscar trabajo. Además, está claro que hoy en día, gracias al paradigma del Internet colaborativo, las personas tienen la posibilidad de ser proactivas a la hora de crear un ecosistema profesional en la red. Es aquí donde LinkedIn y otras redes sociales profesionales, como Viadeo o Xing tienen toda su importancia ya que permiten, crear e interactuar con contenidos de interés.
La respuesta es muy sencilla. Todo depende de nosotros, los usuarios. En nuestras manos está seguir desvirtuando esta herramienta. Es decir, de no provocar que acabe siendo una herramienta de social media más, donde las personas crearán e interactuarán, con contenidos de poco interés.
Solo hace falta examinar el historial del Web 2.0 para darse cuenta de que, en tan solo 15 años, muchos han sido los cambios en los hábitos de uso y tendencias en las distintas redes. Uno de los más llamativos es el hecho que la generación X hoy en día no utilice la red social Facebook. Por aburrimiento o por no cumplir con las expectativas de una generación ultra-conectada, el caso es que Facebook nos demuestra que es necesario tener en cuenta lo que esperan los usuarios, anticipar sus expectativas para seguir siendo una plataforma atractiva.
Por esta razón, creemos, que los dirigentes de LinkedIn han multiplicado los cambios a lo largo de su trayectoria, para seguir satisfaciendo a sus numerosos miembros. A fecha de hoy, uno de los últimos cambios más llamativos realizados por la compañía americana es la creación de una gama más completa de respuestas a las publicaciones (Recomendar – Celebrar – Encantar – Interesante – Curiosidad). De esta manera la plataforma refuerza el impacto emocional de los contenidos que se están difundiendo en ella. Según un informe de Capgemini, el 70% de los consumidores que estén muy comprometidos con una marca a nivel emocional serán más proclives a invertir en ella.
Pero está claro que por mucho que plataformas como LinkedIn o Viadeo hagan a nivel de diseño de interfaz, lo más importante para que sigan siendo atractivas y cumpliendo las expectativas de los profesionales son los contenidos de calidad. Es fundamental que todos y cada uno de nosotros seamos conscientes de la necesidad de mantener un estilo y tono profesional a la hora de compartir contenidos. Aquí es donde toma relevancia tanto la reciente invasión de los «influencers” como la publicación de noticias o información no contrastada que desvirtúa el objetivo fundamental de la red y que no tiene ni valor formativo ni informativo.
En definitiva, aunque las marcas buscan reforzar sus vínculos emocionales con todos los usuarios a través de las redes sociales profesionales, la clave de estas plataformas colaborativas es hacer uso sensato de las mismas y ser capaz de analizar correctamente cual es el contenido que queremos compartir o crear. En tres palabras: controlar los impulsos. La cual cosa permitirá a estas plataformas, seguir siendo unos espacios de interés para los profesionales que quieren compartir sus conocimientos y seguir construyendo, una red digital de contactos.