¿Tu web B2B genera confianza?

En un mundo donde el 70% de la búsqueda de información se realiza online, la confianza se dibuja como elemento clave para todas las transacciones digitales, sean económicas o no. Algunos estudios la consideran incluso como la “moneda de la nueva economía”.

La confianza digital es un valor complejo que surge como resultado de varios factores: expectativas, resultados, coherencia y, sobre todo, visibilidad. Si queremos vender tenemos que ser capaces de transmitir esa confianza.

Hay muchas formas de hacerlo, pero, especialmente en B2B, la confianza siempre viene condicionada por la calidad, el tipo y la fiabilidad de la información que comunicas. Y, en el mundo digital, ¿cuál es el recurso principal con el que nos comunicamos? Nuestra web de empresa, cuya creación es efectivamente el eje de esta confianza digital alrededor del que giran el resto de nuestras acciones.

Según el informe ePyme de 2017, una de cada cuatro pymes y grandes empresas no tiene página web, número que aumenta sensiblemente cuando se trata de micropymes con menos de 10 trabajadores, en las que sólo un 30% tiene web corporativa.

Y esto nos lleva a la siguiente pregunta: imagina por un momento que estás considerando la conveniencia de adquirir un servicio o producto, y alguien te comenta sobre un proveedor “de confianza”, pero cuando vas a buscar más información online resulta que o no tiene web o es de hace una década. ¿Cuál es la percepción de esa empresa que eso te genera?

Pues si la empresa no tiene web piensas que es un “informal”, y si la web es “vintage” (y no intencionadamente) entonces quizás te lleves una percepción equivocada de su capacidad de innovación.

En un mundo donde el comprador está informado y con acceso a la tecnología 24/7, la web es la plataforma de lanzamiento de tu estrategia de marketing y una herramienta fundamental para atraer a tus prospectos y convertirlos en leads. Es decir, clave para ayudar a tu negocio a crecer.

Por tanto, si tienes que rediseñar o estás pensando en actualizar tu web plantéate las siguientes cuestiones.

¿Cuál es el objetivo de tu web?

Tener claro para qué utilizaremos la web facilita la arquitectura de la información. ¿Queremos que sea una página con unos objetivos de negocio concretos, atraer tráfico y conseguir leads, o sólo es una web-escaparate?

¿El foco de tu web es el cliente o el producto?

No hablemos de nosotros, sino de lo que interesa a nuestros clientes potenciales. No buscan productos o servicios, buscan resolver problemas.

Para KPMG estos son los beneficios de una organización centrada en el cliente:

  • Mayor retención de clientes:

Con un índice de retención del 89%, en comparación con el 33% de las empresas con estrategias omnicanal débiles.

  • Reducción de costos:

Con una disminución interanual del 7.5 % en comparación con el 0.2 % para los más rezagados

  • Aumento de ingresos:

Con un 9.5 % anual frente a un promedio del 3.4 %.

  • Aumento de ciclo de vida del cliente:

Los clientes multicanal tienen un ciclo de vida un 30% mayor que los que utilizan un solo canal

¿Qué información es prioritaria?

Es importante definir qué queremos que experimenten nuestros clientes o prospectos cuando lleguen a nuestra web, y cuál es el camino que se pretende que sigan. El contenido es fundamental porque en los 5-10 primeros segundos el visitante decide si se queda y sigue leyendo o se va.

Por tanto, si tu empresa debe generar confianza en sus prospectos y clientes, ¿no crees que tu “escaparate online” merece una reflexión sobre su función y cómo ayuda a mejorar las ventas?

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